Las emociones conducen a pensamientos que conducen a acciones que producen un resultado que queda luego asociado a esa emoción.
La emoción inicia el proceso.
Cuando algo pasa, vienen a nosotros primero las emociones, conteniendo conocimiento para ayudarnos a actuar.
A veces, no nos gustan ciertas emociones, y evitamos entrar a un ambiente que nos las recuerden, y nos limitamos.
No podemos cambiar lo que las originó, pero podemos procesarlas otra vez.
Quizás, al ver otra vez algo que nos asustó hace tiempo, veamos que ya no importa.
O tal vez, decidamos simplemente dejar que se disuelva, y se vaya, para permitir que se genere una nueva emoción en su lugar, más agradable, que pueda contener el conocimiento que necesitamos.
Los pensamientos pueden ayudar a reprocesar las emociones.
Las acciones pueden ayudar a afirmar pensamientos.
Si lo dices, eventualmente lo pensarás.
Si lo piensas, eventualmente lo sentirás.
Si lo sientes, es una emoción, asociada a lo que pensaste, a lo que hiciste y volverá cuando la necesites.
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2011/10/07
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