Buscar

2010/09/28

Caminando

Aunque parezca que nuestro devenir es una recta,
en realidad avanzamos como en espirales,
y de cuando en cuando pasamos
sobre la marca de nuestros propios pasos.

Notamos, a veces, el deja vu,
el sentimiento de volver a estar,
de volver a ser,
aunque sea otro el lugar,
y seamos otros también.

Cada paso que damos puede hacer
más fácil o más difícil
el que demos
cuando volvamos aquí.

El modo en que haces algo
es el mismo que tiendes a seguir
cuando pasas otra vez.

Los hábitos se van marcando,
la práctica va haciendo
más notoria la huella.

Si hacemos algo para cambiar,
será más fácil después
de haber insistido varias veces.

Al saborear cada instante,
al disfrutar cada paso,
la siguiente vez sentiremos
la huella de ese placer.

2010/09/18

Verdadera educación

CADA COSA que hacemos es por una razón. Esa razón es la que nos sirve de guía cuando probamos alternativas para mejorar. Siempre deben respetar la razón original. De otro modo, lo que hicieramos podría ser la respuesta correcta, pero para otra pregunta.

A veces, cuando copiamos algo, olvidamos tomar nota de la razón por la que se hizo así. Y nuestras copias se convierten en barcos sin brújula. No importa que tan rápido vayamos, simplemente no sabemos hacia dónde vamos.

Y eso es lo que parece pasar con la educación. Educamos como nos educaron, porque sí. Aunque en el fondo podamos saber que no fue lo mejor, es más fácil hacer lo mismo que intentar algo diferente. Porque no sabemos por qué hacemos las cosas.

La tradición no es una razón. Es sólo un modo venerable de justificar algo simplemente "porque así se hizo siempre".

Los premios no son una razón. Son sólo artificios que tratan de imitar a la verdadera razón. No son una estrella guía, sino sólo bengalas arrojadas por alguien, quizás alguna vez en la dirección correcta, pero no siempre.
Cuántas propuestas premiadas no son aplicables realmente. Pero la corona del premio es como la corona del rey desnudo que vestía un traje cuya inexistencia nadie se atrevia a delatar.

Muchos hemos sido premiados por pasar la pruebas que nos pusieron. Los abusos y las sinrazones parecen quedar atrás el día que bajamos la cabeza para recibir la medalla. Pasamos la primaria, la secundaria, y lo que sea que cursemos después, de esa misma manera. Si triunfamos en la vida, eso confirma la validez del sistema. Si fallamos, es nuestra culpa.

Gracias a Dios, muchos de los que "triunfan" y de los que "fallan" son capaces de eludir la trampa de ese razonamiento. Se dan cuenta de que hay personas premiadas que no triunfan, y triunfadores que no son de los premiados. Es más, se dan cuenta de que no hay tal triunfar o fallar, que tales cosas son simplemente una ilusión, una bengala enorme enturbiando el cielo y dificultando distinguir las estrellas que hay detrás.

La verdadera razón por la que se nos educa en masa y jerarquías, es por las necesidades de la industria. Las industrias apoyan a los gobiernos. Los gobiernos dictan cómo se nos educará.

Se nos presiona para pasar el filtro educativo. Los que pasan el filtro educativo están preparados más para la vida industrial que para la agrícola. Así, la mayoría tenderá a dejar atrás el campo y se irá a la ciudad.

Las pruebas siempre determinan el resultado. Todas las pruebas que se nos ha forzado a pasar en nuestra educación formal determinan lo que hemos aprendido. Lo que aprendemos es lo que usamos en nuestra vida. Tiene que ser nuestro derecho elegir el camino por el que queremos ir, elegir las pruebas que queremos pasar, ser quienes queremos ser.

Si se ve en perspectiva, la educación se ha manejado de modo similar a la economía de un sistema socialista. Allí, un comité central determina qué se producirá y cómo se producirá. En el papel parece que funciona, y se hicieron revoluciones inspiradas en eso. Pero en la práctica, la centralización, la jerarquización, y la supresión de libertades producen un sistema económico altamente ineficiente. Es la desentralización, la democratización y el respeto a la libertad individual lo que se necesita para producir la innovación que un sistema requiere para  adaptarse, sobrevivir y prosperar.

Es la lección que están empezando a aplicar las empresas para lograr el ambiente que sus colaboradores creativos requieren. Para poder ser sostenibles, las empresas se están preguntando si hay una verdadera razón en cosas que antes se daban por sentado, como los premios, las jerarquías, y los mismos horarios de trabajo.

De modo parecido, la educación debe cambiar, para respetar el potencial natural de cada individuo y comunidad, y ayudar a cultivarlo. Lo que cada uno puede ser no lo puede saber nadie más que nosotros mismos. Debemos aprender a descubrir nuestros potenciales, a seguir nuestro llamado, a hallar nuestro propósito. Es la pasión por lo que uno hace la que nos da la energía para dar esos saltos increíbles que requiere la innovación.

Y la pasión por lo que uno hace, como el amor, no se puede imitar, tiene que ser de verdad.

La verdadera educación es la que debemos aprender a darnos, cada uno, a nosotros mismos, toda la vida.

Y, cuando cada uno busca y ayuda, todos encontramos ayuda en nuestra búsqueda.

2010/09/07

Los otros mensajes

QUIÉN SE haya enamorado quizás conozca la sensación. Quizás porque se hace mas clara entonces. Cuando nos acercamos y algo quizás decimos con palabras, pero son los gestos y las miradas las que expresan lo que realmente queremos decir.

A veces, incluso, ambos mensajes pueden contradecirse mutuamente. Ella puede encontrar tras el sonido de su simple 'hola' más amor que en una bella declaración. O ambos sentir confianza y perdón mientras llega el eco de la discusión que sale de sus bocas.

Es como una segunda conversación ocurriendo en paralelo, en un lenguaje menos evidente pero igual de real.

Sin embargo, muchos no nos damos cuenta de ese hecho. Pensamos que el significado de las palabras que oímos, o de las declaraciones que nos hacen, es todo lo que hay. Y nos sentimos confundidos cuando, como resultado de nuestra respuesta, pasa algo que no tiene sentido con el diálogo hablado que sosteníamos. Pero tal vez sí lo tiene, en el diálogo no hablado, que ocurría en simultaneo, en ese otro nivel.

Posiblemente haya personas que dominan más ese segundo lenguaje. La misma frase puede ser dicha por ellas pero transmitiendo algo más, o algo diferente.

Y, quién sabe, tal vez debajo de ese segundo mensaje haya otros más.

Tanto en el amor, como en cualquier conversación, cualquier comunicacion.

Archivo del Blog

Siga este Blog