Hay una historia en la que un hombre va a ver a un consejero matrimonial.
- Simplemente ya no la amo doctor, ¿qué puedo hacer?
- Ámela -responde el doctor.
El hombre parpadea, confundido.
- Le acabo de decir que ya no la amo.
- Así es, por eso le digo, ámela. El amor no es solamente un sentimiento, es una acción. Si no siente amor por su esposa, entonces vaya y haga por ella algo, con amor. Así es como vuelve a amar y a sentir amor.
Algo similar parece ocurrir con la motivación.
Hay ocasiones donde uno no siente ganas de hacer nada, ¿qué podemos hacer?
La respuesta parece ser similar: "Haz algo".
Cuando nos ponemos en acción y completamos algo, aunque sea pequeño, es una victoria, y vamos sintiendo ganas de hacer más.
Puede ser que vuelva el desgano, o la tentación del desgano. Es natural. Simplemente hay que tomar nota mental de que se está sintiendo ese desgano pero continuar.
Es como cuando uno medita concentrándose en algo y de pronto la mente comienza a divagar en otras cosas. Es natural. Simplemente hay que tomar nota mental de lo que se sintió y volver la atención al foco de la meditación.
Cuando eres conciente del miedo o del desgano que sientes conforme vas concretando algo, y no las niegas sino que tomas nota mental de ellas, vas aprendiendo que puedes sentir esas cosas cuando algo bueno está sucediendo. Cuando vuelvas a sentir esas cosas, recordarás que no impedían que algo bueno estuviera sucediendo y así te animas a continuar.