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2010/05/26

Vivir en comunidad

En una ciudad, es frecuente que los noticiarios informen de un hecho trágico y luego pasen a otro hecho, incluso alegre, sin dar tiempo para reflexionar sobre lo que pasa o hacer algo al respecto.

El efecto, es que la gente de la ciudad aprende a ser indiferente al dolor y a las alegrías de los demás.

Quizás es natural que cualquier persona aprenda a ser indiferente ante demasiados hechos sobre los que nada puede hacer.

Pero, si la mayoría de la gente no puede hacer nada al respecto, ¿Cuál es la finalidad de difundir noticias de todo el mundo a todo el mundo? ¿Acaso no habrá un modo mejor de comunicar los hechos?

Quien mucho abarca poco aprieta. La mano que se tienta continuamente con cosas que no puede alcanzar, aprende a dejar de intentarlo.

En una comunidad, es diferente. Cada persona conoce a otra: su historia, su familia, sus gustos. Cualquier noticia, dolorosa o alegre, es algo que les da la oportunidad de ayudar o compartir una parte de su propia vida.

Quizás haya un límite natural en el tamaño de las comunidades que pueden existir de ese modo. Una ciudad moderna hace tiempo que habría sobrepasado ese número. Y la continua exposición a noticias sobre las que nada pueden hacer, ha vuelto a sus habitantes más anónimos, e indiferentes aún a los hechos de su propio barrio o de la calle en que viven.

Quizás sería bueno que existan noticiarios comunitarios, más cercanos a la gente de la comunidad en que viven.

Pero el corazón de una persona no está necesariamente en la comunidad en que vive. A veces hay sueños que no podemos lograr en el lugar en que hemos nacido. A veces hay cosas que no podemos lograr en el lugar donde vivimos. Alguien puede ser parte de una comunidad formada por personas que vienen de muchos lugares. Por ejemplo, la gente que viene a trabajar a una empresa. O la que viene a estudiar en un instituto. O la que se reúne para practicar algún hobbie.

Así, quizás sería bueno que también existan noticiarios comunitarios, cercanos a la gente de la comunidad en que participan.

Parece ser que es lo que se asoma por Internet.

Aunque hay personas que usan sus servicios para seguir empapándose de gran cantidad de información y de noticias por las que poco pueden hacer, más allá de enterarse, hay otras que forman comunidades para compartir su tiempo, sus vidas. Quizás no se enteren tanto ni tan a menudo de lo que pasa al otro lado del mundo, pero hacen cosas.

La gente tiene ganas de vivir en comunidad, de participar, de que su mano pueda alcanzar las cosas que quieren, y hacer algo.

Sin embargo, me parece que en esos grupos no hay noticiarios comunitarios. Al menos no en el estilo de los noticiarios tradicionales de los periódicos, la radio o la TV. Simplemente hay lugares donde se anota lo que pasa y uno puede leer y enterarse.

Quizás sea mejor así, en lugar de un noticiario impersonal que, por querer abarcar mucho, se atribuye el derecho de elegir qué noticias son importantes.

En un tablero, o muro, uno puede ver lo que esta pasando. Puede leer comentarios y hacerlos también.

Quizás sería bueno que existan tableros así, por los que uno pueda navegar en los hechos, tanto de su comunidad, como de cualquier comunidad en el mundo. No sólo saber qué pasa, sino participar.

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