Antes, la gente servía a un señor defendiéndole su castillo y tierras. A cambio, él les dejaba vivir en ellas, a su amparo, los organizaba y representaba.
Los tiempos han cambiado. Hoy, la gente trabaja en empresas. A cambio, reciben dinero y recursos para vivir en la nación que ampara, organiza y representa a esas empresas.
Casi las mismas figuras, con diferente pincel.