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2019/06/23

El muro


La vida es como andar por un camino.

Una persona va derecho, el suelo llano, suave, bajo sus pies, el cielo azul, y árboles a los lados.

De pronto siente una piedra, una pequeña dificultad, que no afecta su paso, y sigue derecho.

Más piedras aparecen y poco a poco el camino ya no parece tan bonito como antes.

Entonces, en medio del camino, una valla, pero aún puede pasar por encima y continuar.

Y el viaje sigue, con más piedras y vallas ocasionales.

Hasta que un día, un muro. Tan alto que no se puede trepar.

Empuja con fuerza y siente su solidez. Salta, buscado algo de que asirse pero siempre resbala.

Patea el muro, inalterable. ¿Por qué la vida es así? No es justo.

Se sienta mirando al muro, tratando de distinguir alguna grieta. Pasa el tiempo. Quizás sea que no es lo suficientemente capaz. Quizás la vida no es algo qué pueda hacer. Llora.

Las lágrimas forman un charco.

¿Pero todos viven no? Debe haber algún modo de continuar.

Ha llorado tanto que el agua del charco se desliza a un lado. Y la sigue, girando la cabeza... hasta que ve que el camino prosigue por otra dirección.

Se pone de pie, deja el muro de esa esquina del camino, y continúa.

Aparecen más muros, pero ya sabe evaluar si es que debería treparlo, o mirar a los lados para elegir cómo continuar.

O incluso si debe retroceder para intentarlo en otro lugar.

Piedras, vallas, muros, callejones sin salida, subidas y bajadas, son parte del camino. Igual que la hierba, o el cielo azul, o las aves cantando desde los árboles.

Sería util un mapa, pero cada vida es diferente.

Sería util un manual mejor que el que le dieron. Y mejores señales que las que estuvo encontrando.

Aunque el viaje interior parece solitario, las anotaciones que dejas podrían ser de ayuda para alguien más.

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