Buscar

2013/10/29

Libre

Hay un esclavo milenario, cuyas pesadas cadenas se ha acostumbrado a cargar. La cadena se ha desvanecido. Los hombros ya no sienten el peso. Las piernas podrían impulsarlo a dónde quisiera. Sin embargo, se sigue arrastrando.

No eres libre cuando puedes comer lo más fino, gozar los más sofisticados placeres, o tener lo mejor de lo mejor.

Tampoco eres libre cuando puedes comer lo que quieras del mundo, ir a donde quieras en el mundo, tener lo que quieras del mundo, o hacer lo que quieras que el mundo te ofrece.

Eres libre cuando nada de eso importa. Cuando comes, vas, tienes, haces, lo que tú eres.

Archivo del Blog

Siga este Blog