No es cierto que el futuro sea
como un camino que recoreremos mañana.
Todos los mañanas nos rodean,
igual que todos los ayeres,
y hacen en nosotros marcas
del mismo modo que nosotros
marcamos en lo que fuimos
y lo que seremos
la huella de lo que somos ahora.
Aprendes que no puedes recordar lo que serás.
Que tu memoria y lo que ha sido también se irá.
Pero si abres lo ojos
verás que todo ahí está.
El tiempo nos rodea,
es el mar en el que nadamos,
y somos agua también.