De una conferencia de Masa Maeda sobre uso de metodologías agiles en administración, me quedaron algunas ideas que se han ido desarrollando en mi cabeza :-)
Cuando se es promovido a un puesto en el siguiente nivel de una organización, hay que entender que lo que se tiene que promover no es sólo el nivel del título, sino el nivel del manejo y las responsabilidades.
Ya no se ocupa uno en hacer directamente la tarea, aunque pueda hacerlo, y quizás mejor, sino en que otras personas puedan hacerlo del mejor modo del que sean capaces de hacerlo. Hay que administrar a la gente y dejar que ellos administren la tarea.
Cuando se insiste en seguir haciendo la cosa, ocurren problemas de subadministración.
El sobrecontrol ocurre cuando se utiliza a las personas para hacer la tarea, en lugar de ayudarlas a que ellas lo puedan hacer.
El subcontrol ocurre cuando se descuida el manejar a las personas por hacer uno mismo la tarea que ellas podrían hacer.
Igual que no se puede ver claro cuando se está dentro de una nube de polvo, sino que hay que buscar un sitio elevado y algo distante para contemplar mejor la situación, tampoco se puede administrar con claridad si se insiste en permanecer en el nivel que se tiene que supervisar.
La subadministración puede ocurrir también en el hogar. Padres que insisten en vivir a través de sus hijos las experiencias que ellos tuvieron o quisieran haber tenido. Padres que quitan a sus hijos la oportunidad de que hagan las cosas por sí mismos, en un afán perfeccionista, sin comprender que fallar y recuperarse es el único camino para aprender y adquirir seguridad. Padres que creen que tienen que construir a sus hijos cuando lo que tienen que hacer es apoyar, facilitar, confiar y dejarlos crecer.
Quizás sea que los padres no ha terminado de madurar y tienen un asunto no resuelto con sus propios padres, y buscan de algún modo inconsciente resolverlo usando la vida de sus propios hijos en el proceso. Tal vez sea buena idea enviarlos a resolver sus asuntos con quienes les corresponde.
De modo similar, puede ser que el deseo de una persona por hacer las tareas de la gente a la cual debería servir como facilitador, es que no ha madurado en el puesto que antes desempeñó o hubiera querido desempeñar. Tal vez sea buena idea enviarlo a resolver esos asusntos pendientes antes de promoverlo.