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2013/05/30

Los dos pares

Marta suspira, enojada.
- ¿Qué pasa? -le pregunta María, que ha ido a ayudarla con los quehaceres de la casa.
- Mira -le dice, mostrándole un calcetín rojo y otro azul-, se han perdido sus pares.
Los anuda con fastidio y los tira en una cesta.

Un rato después, Marta vuelve a suspirar, enojada otra vez.
- ¿Qué pasa? -le pregunta María.
- Mira -le dice, mostrándole un nudo hecho con un calcetín rojo y otro azul-, lo encontré en un cajón.
- Qué bueno -le sonríe María.
- ¿Por qué? -pregunta con disgusto Marta-, ¡ahora tengo dos problemas, dos pares de calcetines incompletos!

María la lleva de la mano hacia la cesta y saca el otro par. Marta tarda aún un poco en darse cuenta, mientras María desata los nudos para que ella pueda ver los cuatro calcetines, dos de cada color.

Muchas veces, sin notarlo, hacemos como Marta, contando los problemas sin ánimo de resolverlos. Es aceptándolos que dejamos que se vuelvan parte de las soluciones que hallamos.

2013/05/27

El vaso a la mitad

"Está el vaso medio vacío", observó Soledad, que vivía preocupándose por las cosas que faltaban.

"Está el vaso medio lleno", observó Felícita, que vivía apreciando aquello que sí había.

Puede parecer que cualquiera de las dos observaciones da lo mismo.

Estaban Soledad y Felícita charlando luego de haber visto el vaso, cuando necesitaron apagar un pequeño fuego.

Soledad no tenía en su mente el recuerdo. Solo la queja de que algo faltaba.

Felícita recordó que había agua en un vaso y la usó.

Así que no da lo mismo ver el vaso medio vacío o medio lleno.

Uno puede quejarse de que no tiene lo que quiere, o puede incorporar a su caja de herramientas los presentes que encuentra en su camino.

No se puede construir algo con lo que no hay. Es mejor ver lo que sí hay.

No es casualidad que la gente pesimista no la pase tan bien. Simplemente no ven las oportunidades que los optimistas sí aprecian.

Es importante tener la mente abierta y también el corazón, para distinguir que en cada cosa puede haber un regalo si se lo sabe mirar.

2013/05/06

Orden y Caos

Si alguien caminara por la calle tratando a cada instante de acomodarse a cada situación, variando continuamente de de dirección y ritmo, le sería cansado y provocaría frecuentes situaciones de quedarse frente a frente con otra persona, hasta resolver quién pasará por qué lado.

La alternativa es seguir in trayecto estable, predecible, quizás acomodando la dirección y ritmo para que sea similar a la de otra persona al lado o al frente. Es más descansado porque da a los demás señales claras que les permite regular su propio andar. Resuelve situaciones incómodas porque evita que estas se produzcan en primer lugar.

Esto se aplica en el tráfico de los peatones, en el de los vehículos, y en la vida social en general. El seguir una pauta predecible suele ser más bienvenido que el parecer caótico.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando cierto aspecto del orden social no es el mejor?. Como la mayoría sigue las convenciones, sin pensar, es por quienes parecen caóticos, pero piensan, que aparecen alternativas mejores.

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